21 julio 2005

La biblioteca que todos tenemos y nadie lee

Ya cuando era un infante me encantaba leer. Desde historietas y cuentos Elsa Bornemann hasta lo más insólito: anuncios publicitarios y letreros. Cuando iba en el asiento trasero del auto, me dedicaba a leer todo lo que pasaba por delante de mis ojos a través de la ventana. Me fascinaban particularmente las zonas céntricas por la velocidad de lectura que demandaban, aunque las partes desoladas también tenían sus retos… como encontrar carteles ocultos o apagados, leer los nombres de las calles.

Como sea, la cuestión que vengo a contarles no es la paulatina degeneración de un niño en un demente intelectualoide.
A lo que me quería referir es a esa gigantesca biblioteca que es la vía pública. Cualquier cosa cuenta… nombres de calles, panfletos publicitarios, anuncios, diálogos escuchados por casualidad. Y acá hago un paréntesis.

Les cuento un secreto sobre la teoría juaniana de la Literatura. Como resulta muy difícil (si no imposible) definir de una vez para siempre lo que es la literatura, voy a optar por el extremismo. Claro que tenemos dos extremos… o nada es literatura, o todo lo es. Yo opto por la segunda… tendría que ahondar sobre mis razones para elegir esta opción, pero soy muy poco puntilloso y tampoco es una idea que tenga muy sólida dentro de mi marote. Mal y pronto: a veces se usa el término “literatura” como sinónimo de “bibliografía”, en mi caso ambas cosas son exactamente lo mismo.
La cosa es que los cartelitos de los carros de Palermo no fueron literatura hasta que Borges lo dijo.
Y los periódicos no fueron literatura hasta que Walsh lo dijo.

Pero sobre la contingencia del término literatura seguro podría hablarles mejor Alice In Garageland, aunque seguro no lo va a hacer, porque es una pancha que escribe a las 5 de la madrugada cuando a todo ente que se considere humano se le apagan las lucecitas de arriba.

La cosa es que si se ajustan a mi no-recorte sobre lo que incluye la literatura, sabrán lo que siento yo cuando se me pone un elitista de algodón a decirme que se leyó “En busca del tiempo perdido”, “Ulysses”, “Las mil y una noches” y “Platero y yo” en un mes… O sea… eso es casi como dar un paso en una carrera infinita. No importa si avanzás diez metros o quince quilómetros… aun te queda un camino infinito. Un concepto matemático bastante sencillo que el infeliz de Ghandi nunca comprendió.
La biblioteca es infinita, como auguró en sus libros Borges. De hecho, fue infinita desde la creación del lenguaje. Muchísima gente ha dicho lo que estoy por decir, y de maneras inmensamente mejor: es sorprendente como con a penas 50 o 60 caracteres combinados se puede crear todo enunciado posible.

Y si con ese cálculo abstracto no alcanza, aquí mismo tienen la materialidad de este blog, tan común y corriente como los otros miles de blogs que se abren por día.
Fotolog.net ofrece 500 subscripciones diarias para la Argentina. Se agotan a la hora del mediodía.
Estamos hablando de 500 piezas nuevas para leer, y solamente en Argentina. Dejen de lado lo que consideran de mayor o menor calidad. Son cosas que están escritas. Desde mi punto de vista, es literatura.
Es abrumador el tamaño de la producción literaria. Muchos creen que ya no se lée ni se escribe como antes. No podría estar en mayor desacuerdo.
Claro que esta masa ciclópea de textos hace que caiga inmediatamente la posibilidad de leerlo todo, y cada vez se vuelve menor el peso de dejar pasar un libro por delante nuestro sin leerlo.

Sepan disculpar el divague, pero el elitismo se mueve de maneras sinuosas y estrafalarias.

9 comentarios:

Anónimo dijo...

¿Alice in Garageland podría hablar mejor sobre la contingencia del término literatura? ¿huh? A Alice in Garageland se le apagó el cerebro hace como diez días y no puede hablar de nada salvo de lo bonitas que son las cosas brillantes y de la enorme cantidad de cosas brillantes que pueden verse después de las tres de la mañana (como los duendecitos brillantes que me dicen que si incendio cosas, va a haber más cosas brillantes)... vuelvo a repetir que no me hago responsable por las boludeces que escribo a esta hora. Como ya dije, mi cerebro está apagado. Besotes.

Huan dijo...

La contingencia del término literatura está en directa relación con los duendes y sus consejos.

Por otro lado... cuando incendies Puan, vas a unsar tu encendedor-laser?

ME imagino a lucía entrando con la marcha imperial de fondo.
(CHAN CHAN CHAN ... CHANCHACHAAAAN)

Pd: te dije chancha 4 veces sin que te des cuenta... sumalo a la lista.

Ç=)

henry dijo...

Interesante, hay mucho que comentar. Pero me quedo con esta frase:

es sorprendente como con a penas 50 o 60 caracteres combinados se puede crear todo enunciado posible.

Ciertame, a mi me sorprende más que con dos dígitos se pueda hacer una película de animación, que con dos particulas elementales se pueda hacer un multi-verso, y que sean las 5 de la matina no tenga sueño.

Huan dijo...

Exactamente...

Por otro lado, ¿qué es el lenguaje informático, sino un lenguaje?

Hay un tipo que es ASÍ de grosso que se llama Chomsky. El flaco tiene un modelo teórico que busca descubrir los modos universales de funcionar que tiene el lenguaje, y el EEUU lo financia con el objetivo de desarrollar una Inteligencia Artificial efectiva.

Pd: ¿Es una moda nueva esta de acostarse sistemáticamente a las 8 de la mañana y firmar blogs a las 5?... ay, la juevetud… así no vamos a ningún lado.

Ferdinand Mortnais dijo...

Es increíble como en los días de lluvia la gente escribe cosas en los vidrios empañados del colectivo. Tienen una pasión literaria tan urgente que necesitan expresarse hasta en las ventanillas.

Anónimo dijo...

Sumaré lo de "chancha" a la lista de razones por las que no te quiero más....
Qué cómico, otra persona q firma tu blog a las cinco de la mañana (para q no vuelvas a decir q es raro)... aunque esta vez estoy firmando en un horario decente
Besotes

Anónimo dijo...

No podría estar más de acuerdo con lo que planteás, Negrazo. Te olvidaste de nombrar a los grafittis, pero muchos autores (y no sólo semiólogos como Umberto Eco y como la mina que escribió ese libro de tapa fúcsia titulado "Grafitti" que muchos leímos en el CBC)lo consideran como un hecho literario. Y lo que es un hecho literario, es ciertamente literatura. Entre nuestros gustos compartidos se agrega uno, Negro: a mi también me gusta leer los carteles de las calles, y me encanta encontrar una calle que no sabía que existía, o con un nombre estrafalario como "Fray Justo Santa María de Oro" (antes de terminar, ya se te durmió la lengua)o el Pasaje Valle, que tiene sólo doce números, y un solo cruce: solamente se cruza con Argerich.

En fín que estoy de acuerdo: todo eso es literatura. Los carteles de "Lavame, sucio" en el vidrio de atras de los autos, lo que escribimos con el dedo sobre las ventanas empañadas, las conversaciones con el verdulero y las que nos tienen por testigos involuntarios... los carteles con ofertas del almacén, el cartel que anuncia la rebaja del kilo y medio de roast beef o tapa de nalga en la carnicería... los menúes de los restoranes... los grafittis... los carteles de las calles...

Este Escrito que pusiste está un kilo y dos pancitos, Negro!!! :)

Abrazo.

Huan dijo...

Total y completamente de acuerdo... como le dije, con su comentario llenó lugares que yo había dejado vacíos.

Un gusto tenerlo dando vueltas por estos pagos.

Anónimo dijo...

Al parecer son ustedes unos muchachos bastante interesados por aquellos elementos de nuestro universo que habitualmente la "vida cotidiana" no reproduce ( perdonen las comillas, pero el uso de estas me resulta tan inapropiado como irresistible).
Y esto esta bien, pero cuidado, puede ser peligroso, pues se alejan lentamente de otros aspectos de la realidad que son inmensamente necesarios. Ese interses por lo no visible, por lo oculto, lo que creo que ustedes dicen: "solo las mentes agudas pueden ver"; estos elementos son aquellos materiales con lo que la artistas hacen literatura. Lo que no significa que todos los que utilizan dichos elementos son artistas. Y aqui llego a esto que hablaban ¿Qué es literatura? Evidentemente no hablamos de libros escritos por alguien.Bucay escribe, lo hace a su manera Allende y porqué no Garcia Marquez.
Cuando hablamos de literatura, hablamos de arte, de un resultado artistico, de una gestacion inútil y sin ningun fin, ni politico, ni comercial, ni de arrogancia personal. Generalmente los grandes autores sienten verguenza por lo que escriben. Los otros se pavonean por todos lados haciendo alardes. Pero eso es otra cosa. Ya lo comentó su amigo Sabato alguna vez, "... edito para no amontonar borradores." Creo que la cita no es textual pero el sentido se entiende. El artista se alimenta de la insatisfaccion.
En fin, todos podemos escribir uno que otro verso, un cuento o una novela. El punto está en que podemos vivir sin escribir, podemos amar y prescindir completamente de escribir una obra maestra, el artista no; y es él y solamente él quien hace literatura. Lo demás es sólo un libro, bueno o malo depende del lector, pero sólo un libro. El artista es un enfermo crónico y sobrevive solamente si hace su arte, la publicacion y la fama es para la posteridad. Los demas si sus obras no venden, se vuelven funcionarios, vendedores o resentidos. Son aquellos que se autodenominan incomprendidos.
Enumero, Poe, Wilde, Dostoyevski,Stevenson, Kafka, Martí, Shekespeare,Rimbau,Estorni, Lugones, y un gran etc, fueron incomprendidos tambien pero murieron o se suicidaron sin quejas, aceptando su destino, pues sabian que su arte era ajeno incluso a su existencia. Otro dia si quieren seguimos con este tema.
Respecto a ese comentario sobre la filosofia del café, no escuchen las idioteses que dicen algunos sobre la inutilidad de dicha práctica. Las cosas verdaderamente importantes de la vida generalmente son inútiles, es decir no son concebidas, gracias a Dios, para fines prácticos. En la proxima seguimos con este tema tambien. Soló recuerden a Socrates que cambio el pensamiento intelectual de occidente en charlas de baños públicos(en Grecia no existia ni Buenos Aires, ni café, ni bares).
Siento una cariñosa admiracion por ustedes, mi identidad algun dia les será revelada, quizá estemos mas cerca de lo que imaginemos. Será acaso porque alguna vez experimente esa sensacion de creer que através de el uso de una joven e insipiente inteligencia podia descubrir cosas mas interesantes que aquellas que la cotidianidad y la mistica moral social me habian ofrecido.