19 agosto 2006

La carrera de Letras

Faithless, The Wonder Boy says:
yo te paso otra, pero no es mía

Britney ShakeSpears says:
a vergelen

Faithless, The Wonder Boy says:
cada vez que considero
que tu amor es tan ingrato
me meto un dedo en el orto
y lo dejo estar un rato

Britney ShakeSpears says:
!!!!!!
aah hermosa hermosa
representa la angustia del hombre existencial

Faithless, The Wonder Boy says:
eh..... seguro

Faithless, The Wonder Boy says:
y esta otra:

Faithless, The Wonder Boy says:
¿por qué cortaste esa rosa?
¿por qué cortaste esa rosa,
que mi madre tan dulcemente cultivó?

¿por qué cortaste esa rosa?
la puta que te parió

Faithless, The Wonder Boy says:
lírica tangalangesca

Britney ShakeSpears says:
ojojo
encima la madre

Faithless, The Wonder Boy says:

el edipo
la pulsión
el debate entre la separación del hombre y el niño
entre la razón y la fuerza de la carne
el conflicto de clases reflejado en quien despoja y quien es despojado
y la respuesta revolucionaria de quien sufre la pérdida

08 agosto 2006

I'm going to sleep*

*and let this wash it all over me

Que la vida sea un sueño, es una temática abarcada por una cantidad ingente de autores y personajes. Hoy voy a ser uno más de ese montón.
Hay momentos en los que parece una pesadilla, aunque debo confesar que son muy pocos. En este caso, mis quejas oníricas son muy injustificadas. Pero hay situaciones que a mi gusto resultan peores que las pesadillas. Me refiero a ese limbo incierto en el que no sabemos si estamos despiertos o no (viviendo o no), esos momentos donde no sabemos si queremos dejar de dormir, o empezar a soñar. A ambos lados de esta zona vaga se puede permanecer en relativa calma. Pero se hace imposible fijar los pies al suelo mientras se permanece en esta incertidumbre.
Yo no soy de soñar mucho. Hay quienes dicen que uno siempre sueña, por más que uno no lo recuerde. El árbol que cae en un bosque donde nadie lo oye.
Yo no soy de soñar (es decir, de vivir) mucho, pero cuando sueño, me puedo dar el lujo de degustar profundamente ese paseo alucinado. Es una ventaja que poseo por sobre aquellos que sueñan todos los días.
Hay situaciones, y esto es un cliché que no intenta ser disimulado, que no parecen reales, parecen un sueño. Situaciones que son demasiado buenas para ser verdad. Y ante esta disrupción entre lo real y los onírico, se plantea la duda de tienen la misma valencia una sensación material y una sensación imaginaria.
Matrix, sin ir más lejos.
El caso es que para mantener las cosas en un cierto orden que no se sabe muy bien qué pautas respeta, se suele intentar separar a lo verídico de lo ilusorio. Se intenta balancear los acontecimientos a un lado o al otro del limbo del que escribí hace unas líneas.
Uno duda de la realidad de la situación, y pide un pellizco para comprobar que uno no está realmente soñando. Se intenta ordenar las cosas: basta de incertidumbre, la vida es vida, y los sueños son sueños. Y la herramienta patentada para dilucidar estas divisiones es el pellizco.
Y pasaron cosas lindas últimamente. Cosas que merecen haber sido soñadas.
Así que me veo en el tradicional deber de aplicarme un pellizco para ver si son verdad o mentira.

Curso tres materias gordas en la facultad y retomé el estudio del último año de inglés. Eso es un pellizco muy grande, por lo menos para mí.

Hay que ver ahora si todo lo hermoso que pasó fue real, o si fue todo una socarronería del viejo Morfeo.

PD: hoy me voy a dormir temprano, lo que implica que no voy a gozar de esas cosas tan lindas que parecen sueños.