03 julio 2005

Just a Gigoló

Les traigo al recuerdo una canción que en todas nuestras cabezas resuena, junto al recuerdo de Tato Bores. Léanla, y más abajo les cuento que pienso sobre ella. Nos vemos en un rato (mis disculpas a los nihilistas víctimas de la repetición):

Just A Gigolo

I'm just a gigolo and ev'rywhere I go
People know the bar I'm playing
Pay for every dance selling each romance
Ooh, I could say

There would come a day when news will pass away
What could they say about me
When the end comes I know
they'll say just a gigolo
as life goes on
without me

Cuz I ain't got nobody
Nobody cares for me, nobody, nobody cares for me
I'm so sad and lonely
Sad and lonely, sad and lonely
Won't some sweet mama come and take a chance with me
Cuz I ain't so bad
Sad and lonesome all the time
Even on the beat, on the, on the beat
I ain't got nobody
Nobody cares for me, nobody, nobody

...Bueno... silenciado el caballero gigolesco, tomo la palabra yo, como crítico aburrido y pedorro.
Si hay algo que me encanta de esta canción es el enfrentamiento entre el ritmo de la música y la letra de la canción. O sea, este tipo (el narrador), no es para nada feliz. Se ha dado cuenta de la finitud de su belleza, o lo que es lo mismo, de su finitud. Está simplemente triste... triste y solitario, literalmente.
Ahora... si tan triste está... ¿no tendría que cantar una balada, o algo por el estilo? No señores, es una imposibilidad a la que se ve sujeto. El ha vivido de fiesta en fiesta, esa fue toda su trayectoria, no sabe hacer otra cosa que no se ser un gigoló. He aquí la fuente principal de su tristeza. No puede escapar del estereotipo que él mismo as forjado, y que está condenado a desvanecerse sin dejar rastros.
Ahora entra en juego el lector, el receptor de esta confesión, la “sweet mamma”, que a fin de cuentas, somos todos nosotros. No se ustedes, pero yo me siento sumamente conmovido por este tipo. De ser una mujer, no dudaría en llevármelo a mi casa (por favor, chistes fáciles no, es solo un análisis discursivo). Tomando en cuenta este sentimentalismo que despierta la canción, les pregunto: ¿Qué es lo que hace un gigoló? Seduce. Engaña, miente, persuade, cosas por el estilo, con el único fin de vaciar las arcas de la mujer de turno, o por lo menos vivir a sus expensas. Entonces, finalmente puedo llegar a la conclusión, de que se pueden generar dos lecturas de esta canción:
+ Un hombre desolado, pide compañía ante la inminente e inevitable vejez (esta lectura me parece la menos interesante).
+ Un gigoló seduce al lector / oyente, acusando un falso dolor, que no es más que la confesión de su “gigolesidad”, para conseguir así su usual fin práctico.

... hay un lugar en nuestros corazones para este pícaro personaje...

2 comentarios:

Anónimo dijo...

un gran tema. estás disculpado.

Anónimo dijo...

el gigolo...es gigolo......seduce al lector....!!!!!!no tengo dudas......no me convence ....
puede ser muy martir.....porque es un gigolo.....