19 marzo 2006

Un hombre

Un hombre carente de vello y ropas, frente a un abismo.

Un hombre que no encuentra delante de él más que el vacío. Que con sus ojos ve la perdición, y en sus espaldas no encuentra nada que lo rescate.

Un hombre acompañado solo del silencio. De un silencio impenetrable. De un silencio denso. Comparable metonímicamente con la visión de un cielo despejado de nubes. Un silencio azul eterno, donde los oídos nos pueden fijar sus pupilas en otra cosa que en el azul sin profundidad, es decir: en el silencio.

Un hombre, un abismo, un silencio.

Un hombre que, a pesar del silencio, siente que alguien o algo lo empujará al abismo. Y que ese empujón está a cada momento más próximo. Y que el día en que caer no fue una preocupación, está a cada momento más lejano.

Un hombre que sospecha que, de no haber nada más que el silencio, el abismo, y el hombre, solo el hombre mismo puede lanzarlo al abismo. Un hombre que deduce que se empujará al abismo.

Un hombre que tiene ya la mitad de ambos pies flotando en el precipicio. Que está levemente aferrado a la tierra por dos talones que son el epílogo de lo que fue.

Un hombre que siente su fría transpiración caer por su frente, llegando a la mejilla, y uniéndose en el mentón con el torrente de lágrimas.

Un hombre que se siente caer.

Un hombre que cae.

Un hombre que ve al caer, que él mismo se empujó. Que él mismo está a la orilla del abismo, mirando hacia el fondo, perdiendo de vista a quien acaba de empujar.

Un hombre mirando a un hombre.

Un hombre carente de vello y ropas, frente a un abismo.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

no tiene bello??? esto significa que en el pelo se cifra la belleza de un hombre???
Sansón era modelo, moby es un músico, ahora saben el por qué de sus fuerzas dispares.
Por cierto muy lindo y poético lo que escribiste. Es como un vértigo detenido, como caerse en el espacio que en realidad sería flotar.
un beso!

Huan dijo...

Se agradece... en realidad es como tirarse un pedo en un ascensor en el momento en que se empiezan a abrir las puertas para salir, y justo sube otro que se tiene que bancar el olor.

O algo así.

Anónimo dijo...

la circularidad... todos alguna vez nos tiraremos

cuantos se habran tirado ya?

leo una "poesia que habla de un solo hombre"